2ª Mano
Solo cuando sabes quién eres y cómo te defines, puedes decidir hacia dónde vas, diferenciar lo que está bien de lo que está mal, e incluso lo que te gusta y lo que no, lo que aceptas y lo que rechazas. Se dice que los demás son el espejo en el que nos reflejamos. Si yo me miro en mi propio espejo, soy Míriam Hatibi, de Barcelona, ilerdense, española, catalana, marroquí y musulmana. Si me miro en el espejo de los demás, soy Míriam, inmigrante de segunda generación, como si la condición de inmigrante se pudiera heredar. Nuestros padres vinieron aquí a ganarse la vida sin hacer ruido. En cambio los hijos de los inmigrantes somos activos y reivindicativos. Suelo decir que si fuera un hombre blanco disfrutaría de mucho más tiempo libre porque no tendría que estar justificándome constantemente. Pero también sé que si no hablo, hablarán por mí, y cuando hablan por mí, ya he visto cómo va la cosa. Por eso decido tomar la palabra.